Cuántas ganas teníamos de que nuestros cachorros empezaran el cole y con él llegaron los mocos, los catarros y la banda orquestal de la tos durante la noche que tanto nos disgusta. Cuando los míos se ponen malos pienso que el “infierno” debe parecerse a tener a un niño malo durante la noche, bromas aparte, vamos a centrarnos en los aspectos más importantes del catarro, sus causas y su tratamiento.
¿Qué es el catarro?
Es una infección de las vías respiratorias superiores, superiores quiere decir para que me entendáis que los mocos “no bajan al pecho” como dicen las abuelas y esto es un aspecto importante a remarcar ya que en los más pequeños un catarro sin más, se puede complicar si no hacemos las cosas bien. Más adelante os explico esto con mas detalle.
Las vías respiratorias altas o superiores es el área anatómica que va desde las fosas nasales hasta nuestra laringe. Cuando nuestros hijos contraen la infección, generalmente vírica, empiezan con mocos.
Los mocos al principio suelen ser transparentes y acuosos y luego van cambiando de color y adoptan un tinte verdoso y/o amarillento y se vuelven más espesos. Esto no es porque de repente venga una bacteria y se sobreinfecten, esto es porque cuando el catarro va progresando en el tiempo, nuestro sistema inmunitario se pone al lío, aumentando el número de células y con ellas el número de enzimas que son las responsables del cambio de color y de aspecto de los fluidos.
Como ya sabéis la mayoría de los resfriados de niños y adultos son debidos a los virus y los antibióticos no funcionan con ellos, haya o no producción de moco verde. Por tanto, no tenemos que darle importancia al color del moco de nuestro hijo pero SI que tenemos que darle importancia a su estado general.
¿Cuáles son los principales síntomas del catarro?
Cada uno conoce a su cachorrito y yo por lo menos intuyo cuando los míos están incubando algo y se van a poner malos, ¿A ti te pasa lo mismo?
Por regla general los míos empiezan por no querer comer, les ofrezca lo que les ofrezca no les suele apetecer nada, salvo cosas frescas tales como yogures naturales o algún zumo de naranja y no creo que esto sea casualidad, los catarros suelen comenzar con mocos, tos y/o dolor de garganta y los alimentos frescos son los que más suelen aliviar esa sensación desagradable que tienen en la garganta.
Puede aparecer fiebre, pero no sufráis de verdad, yo soy la primera que me tengo que aplicar el consejo, cuando le ponía el termómetro a mi primer hijo y había más de 38ºC, me daban ganas de salir corriendo al médico. Recordad que la fiebre no es una urgencia, pero os entiendo perfectamente, sé qué es difícil mantener esa paciencia que los sanitarios os pedimos cuando vuestros pequeños enferman, pero la fiebre significa que el sistema inmune de nuestro hijo está actuando correctamente y no nos queda otra que mantener la calma y esperar a que el catarro siga su curso.
¿Esperar hasta cuándo?
Pues bien, a esto me refería antes con que teníamos que darle importancia al estado general de nuestro hijo. Ya que es normal que estén algo más decaídos de la cuenta cuando están malos y la fiebre los suele “tumbar” por momentos. Yo os recomiendo mucho sentido común ante cualquier adversidad o problema de salud, si tenéis dudas de que algo no va bien no dudéis en acudir al médico. Pero a continuación os voy a comentar aspectos importantes que tenéis que tener en cuenta en los catarros.
Debéis acudir al médico:
Cuando vuestro hijo esté decaído durante todo el día, y no haya ningún momento del día relativamente mejor.
Cuando no quiera comer nada de nada de nada. Una cosa es que disminuyan la ingesta y otra que no coman nada en todo el día.
Cuando haya fiebre MÁS de 48-72 horas. Es conveniente que vuestro pediatra revise al pequeño cada 48 horas si no mejoran los síntomas o incluso si la fiebre persiste. Para ello debéis contar bien el tiempo. Si la fiebre de mi hijo comenzó a las 20 h del lunes, a las 20 h del martes harán 24 horas, esto es muy importante ya que le facilitaremos al pediatra información relevante.
Cuando haya dificultad respiratoria. ¿Cómo lo sé?, pues vigilando si se cansa mucho, si tose sin parar, si se le mueve mucho la barriguita cuando respira o si el color de la zona alrededor de la nariz o de la boca se le cambia de rosado a un color más oscuro como azulado. Esto significa que el catarro de nuestro hijo probablemente se ha complicado y necesitamos con URGENCIA que le vea su pediatra.
Y la pregunta del millón ¿LO LLEVO AL COLE?
Como os comenté antes, padres del mundo os recomiendo sentido común ante estas situaciones. Voy a intentar ser muy clara y escueta para que lo tengáis claro.
Lo puedes llevar al cole:
Si no tiene fiebre
Si tiene buen estado general
Si tiene buen apetito
Si tiene buen color
Si nos limitamos sólo a los mocos nuestros hijos no irían al colegio NUNCA ya que se suelen pasar todo el invierno con mocos. Es importante a los más grandecitos que les recordemos el lavado de manos y que intenten no toser ni estornudar cerca de los compañeros de clase, o bien se tapen la boca con un pañuelo o en su defecto con la mano para hacerlo.
Con respecto a los pequeños si tienen muchos mocos y tenemos posibilidad de dejarlo en casa obviamente es mejor que no los llevemos a la escuela infantil por nuestra tranquilidad y la de los demás padres.
